Sumario
1. Paso 1. Ojo a los programas instalados
2. Paso 2. Elimina hasta el último rastro
3. Paso 1. Localiza la carpeta adecuada
4. Paso 2. Adiós a Los residuos del navegador
5. Paso 1. Controla tus complementos
6. Paso 2. Vigila la memoria consumida
7. Paso 1. Ubica bien tus descargas
8. Paso 2. Limpia tu escritorio
9. Paso 1. La Limpieza a fondo
10. Paso 2. Repasa el registro de Windows
11. Paso 3. La ejecución programada
12. Paso 1. Asegura tu privacidad
13. Paso 2. Limpieza del disco
Archivos temporales, aplicaciones mal desinstaladas, claves del Registro obsoletas… son el enemigo a combatir. En este informe os proponemos revisar los parámetros esenciales para que vuestro sistema operativo siempre luzca reluciente como el primer día.
Deshazte de las aplicaciones que ya no utilizas
En el momento de reinstalar el sistema operativo siempre nos hacemos la misma promesa: «Esta vez voy a mantenerlo limpio». Las necesidades del día a día provocan que esta determinación sea difícil de mantener, por lo que acabaremos instalando una gran cantidad de aplicaciones en nuestra maquina. Por esta razón, contar con un buen programa de desinstalación es indispensable. Con este fin vamos a utilizar Revo Uninstaller en su versión gratuita.
Paso 1. Ojo a los programas instalados
Según iniciamos la aplicación debemos seleccionar en la parte superior izquierda la opción Desinstalador. A continuación, se nos mostrará la lista de programas que se encuentran en nuestro disco duro. Es interesante utilizar la vista Ver/Detalles. De esta forma dispondremos de toda la información existente.
Cuando localicemos un elemento prescindible haremos clic con el botón derecho sobre él. Si no estamos muy seguros, Revo nos ofrece varios enlaces de información que podemos consultar antes de tomar una decisión. Cuando estemos convencidos haremos clic en Desinstalar y, en caso de haber recibido algún error en un intento previo, pincharemos en Desinstalación Forzosa
Paso 2. Elimina hasta el último rastro
La herramienta de desinstalación de Windows cumple su función, pero, por desgracia, a veces no elimina todos los archivos y registros creados por las aplicaciones. Tras iniciar una desinstalación podemos elegir entre tres tipos diferentes: Propio, Seguro, Moderado o Avanzado. Cada modo es más agresivo que el anterior, por lo que se recomienda usar el Moderado. Si somos usuarios expertos podemos optar por el Avanzado, aunque nos arriesgamos a borrar dependencias de otras aplicaciones.
Tras esto se creará un punto de restauración y se iniciará el programa propio de desinstalación. Una vez terminado este proceso, viene la parte donde Revo Uninstaller brilla. Analizará nuestro disco duro en busca de restos, archivos residuales y entradas del Registro que no han sido eliminadas de manera automática. Solo debemos marcar todos los elementos del listado y pulsar en Siguiente para finalizar el proceso.
Encuentra y elimina los ficheros temporales
durante el uso frecuente de nuestro sistema operativo se crean gran cantidad de ficheros temporales en el disco, por lo que es importante eliminarlos de forma periódica para mantenerlo siempre a pleno rendimiento.
Paso 1. Localiza la carpeta adecuada
En nuestro disco duro existe una carpeta donde se van acumulando todos los ficheros que utiliza Windows de forma temporal. Se encuentra situada en la ruta C:WindowsTemp. Podemos borrar su contenido de forma manual cada cierto tiempo, pero también podemos crear un archivo de procesamiento por lotes para automatizar este proceso. Esta segunda opción es mucho más cómoda y eficaz.
Para lograr nuestro objetivo crearemos un fichero llamado BorrarArchivosTemporales.bat, y en su interior escribiremos el comando del /Q C:WINDOWSTemp y lo guardaremos. Tan solo debemos ejecutarlo o añadirlo al menú Inicio para limpiar nuestros ficheros temporales, de forma que este proceso se realice de manera automática al arrancar la máquina.
Paso 2. Adiós a Los residuos del navegador
Nuestros navegadores web también generan archivos temporales que deben ser eliminados. No obstante, en este caso no se trata solo de mera «higiene digital», sino que es importante realizar una limpieza a fondo de la caché, las cookies y el historial por razones de privacidad, sobre todo si no estamos utilizando nuestro PC habitual.
Firefox, el navegador de Mozilla, nos permite liberar estos recursos accediendo a Herramientas/Opciones/Privacidad y haciendo clic en el enlace Limpiar su historial reciente. Para realizar este proceso en Internet Explorer debemos acceder a Herramientas/Opciones de Internet y, en la pestaña General, pulsaremos el botón Eliminar. Se nos mostrará una lista de contenidos entre los que debemos elegir. Al menos deberíamos marcar las entradas Archivos temporales de Internet, Cookies e Historial.
Firefox, el navegador de Mozilla, nos permite liberar estos recursos accediendo a Herramientas/Opciones/Privacidad y haciendo clic en el enlace Limpiar su historial reciente. Para realizar este proceso en Internet Explorer debemos acceder a Herramientas/Opciones de Internet y, en la pestaña General, pulsaremos el botón Eliminar. Se nos mostrará una lista de contenidos entre los que debemos elegir. Al menos deberíamos marcar las entradas Archivos temporales de Internet, Cookies e Historial.
Mantén Firefox en plena forma
Una de las cualidades que convirtieron al navegador de Mozilla en una alternativa al, en otra época, todopoderoso Internet Explorer, fueron sus capacidades de personalización. Su modularidad, a base de extensiones y plug-ins, permite que cada usuario disponga de un entorno adaptado a sus necesidades. Esto, a pesar de enriquecer enormemente nuestra experiencia web, se trata de un arma de doble filo, ya que es fácil saturar el navegador con multitud de nuevas opciones.
Paso 1. Controla tus complementos
Los plug-ins son complementos que se añaden al navegador y que nos permiten realizar funciones específicas o visualizar nuevos tipos de contenidos. Durante los últimos meses hemos asistido a un sonado encontronazo entre Apple y Adobe en este escenario. El origen de esta disputa se debe a que la empresa de la manzana culpa a los plug-ins de Flash de cargar en exceso al navegador y disminuir su eficiencia. Eliminar dicho añadido no es siquiera una opción para el usuario medio. No podemos prescindir de ciertos plug-ins de nuestro explorador, pues entonces sería imposible acceder a gran parte del contenido de la Red. Sin embargo, sí debemos intentar alcanzar un compromiso entre funcionalidad y eficiencia. Para lograrlo debemos conocer el consumo de recursos que realiza cada uno de ellos. Una interesante extensión para esto es PluginWatcher. Esta extensión nos mostrará el consumo de recursos de nuestros plug-ins en la parte inferior derecha de la pantalla.
Paso 2. Vigila la memoria consumida
No es raro iniciar el Administrador de tareas debido a que el equipo responde de forma lenta para acabar descubriendo que nuestro navegador está absorbiendo una cantidad de memoria desmesurada. Si la máquina comienza a ralentizarse debemos chequear la RAM usada y desactivar las extensiones hasta encontrar la culpable. Si no queremos renunciar a nuestros complementos favoritos podemos utilizar AFOM. La funcionalidad de esta extensión es identificar las fugas de memoria producidas en nuestro explorador web.
Organiza tus ficheros con Belvedere
Poner nuestro sistema a punto no consiste solo en eliminar los datos residuales. También es importante que la información que nos interesa permanezca archivada de forma eficiente. Esta aplicación, creada por LifeHacker, la podemos obtener gratis.
Paso 1. Ubica bien tus descargas
El destino de los ficheros al ser descargados suele ser una carpeta llamada Descargas o alguna similar. Por desgracia, es fácil acumular diferentes tipos de contenidos que nada tienen que ver entre sí, haciendo imposible, a la larga, encontrar lo que buscamos. Para evitarlo vamos a distribuir su contenido de forma automática.
Al iniciar Belvedere accederemos a la pestaña Folders, pulsaremos el botón + situado en la parte izquierda, y seleccionaremos la ruta de nuestra carpeta. A continuación, debemos crear el conjunto de reglas que manejarán nuestros ficheros. Para ello pulsaremos el botón + situado a la derecha para configurar una regla que mueva todos los ficheros de vídeo a su propia carpeta.
Con este fin filtraremos aquellos cuya extensión sea de uno de los tipos configurados, e introduciremos todas las extensiones de vídeo que utilicemos: AVI, MPG, MPEG, MP4, MKV… A continuación, es necesario decidir qué acción vamos a tomar con estos ficheros. En nuestro caso será moverlos a una ruta propia.
En la esquina superior derecha deberemos marcar Enabled para activar la regla, y Recursive si deseamos que la búsqueda se extienda a todas las subcarpetas de la ruta analizada. Tras pulsar OK este proceso tendrá lugar de forma periódica, manteniendo siempre a raya los ficheros descargados. Tan solo resta repetir la misma operación para las imágenes, los ficheros de audio y, en resumen, para todo tipo de contenido con el que solemos lidiar.
Paso 2. Limpia tu escritorio
El escritorio de Windows tiene la ventaja de resultar fácilmente accesible. Por ello, es habitual situar en él gran cantidad de ficheros, documentos, vídeos y distintos tipos de datos. Aunque en un primer momento esto parece una fantástica idea, con el tiempo podemos llegar a acumular gran cantidad de información desfasada e inútil.
Para resolverlo vamos a establecer una regla que nos ayude a archivar los ficheros que llevan más de tres semanas sin ser abiertos. Para ello, introduciremos el escritorio como carpeta y crearemos una nueva regla. La condición que se debe cumplir es Date last opened, is not in the last, 3 weeks.
Para resolverlo vamos a establecer una regla que nos ayude a archivar los ficheros que llevan más de tres semanas sin ser abiertos. Para ello, introduciremos el escritorio como carpeta y crearemos una nueva regla. La condición que se debe cumplir es Date last opened, is not in the last, 3 weeks.
Y lo que haremos con ellos es moverlos a un directorio que crearemos para tal fin. Como estos archivos van a servir solo de referencia futura, activaremos la opción Compress? para comprimirlos automáticamente, ocupando, así, el mínimo espacio posible. Otra opción sería eliminarlos o enviarlos a la Papelera de reciclaje. La decisión es nuestra dependiendo de la importancia de los documentos que solemos acumular.
Deja tu PC como los chorros del oro con CCleaner
Revisar los puntos conflictivos de nuestro equipo por separado es una buena práctica, sobre todo cuando queremos ser minuciosos, pero existen aplicaciones que pueden automatizar las tareas de limpieza y ahorrarnos mucho tiempo. Vamos a aprender a utilizar dos de las mejores alternativas existentes, lo cual es mucho decir viniendo de un software por el que no deberemos desembolsar ni un solo euro. Se trata de CCleaner y Disk Cleaner.
Paso 1. La Limpieza a fondo
Comenzaremos seleccionando esta opción en el menú izquierdo. Apreciaremos que se nos muestra la ventana dividida en dos pestañas. La primera, Windows, nos ofrece un listado de las distintas áreas integradas en el sistema que podemos revisar, como son Internet Explorer, Explorador de Windows y Sistema. Están subdivididas a su vez en un conjunto de segmentos que podemos chequear individualmente.
Lo recomendable es no obviar ningún punto y marcar todas las casillas. El contenido de la pestaña Programas depende de las aplicaciones instaladas en el sistema, listándolas para su inspección. Tras finalizar nuestra criba pulsaremos el botón Analizar y, una vez terminado el proceso, se nos mostrará un registro con los ficheros que pueden ser borrados. Si no observamos ninguna entrada sospechosa podemos pulsar el botón Ejecutar el limpiador para confirmar los cambios.
Paso 2. Repasa el registro de Windows
En esta ocasión accederemos al menú Registro y seleccionaremos las opciones de integridad que pretendemos inspeccionar. Tras esto pulsaremos el botón Buscar problemas, con lo que se nos mostrará un sumario de los errores encontrados en el Registro. Estos son debidos a aplicaciones cuyo desinstalador no actualizaba correctamente sus claves, a programas borrados de forma inapropiada u otros tipos de incongruencias que deben ser solucionadas
Tras marcar la lista, pulsaremos en Reparar seleccionadas. La siguiente ventana emergente nos ofrecerá guardar una copia de seguridad, ya que en el proceso podemos alterar alguna entrada sensible. Ahora, guardaremos el fichero de respaldo, cuya extensión será .REG, y pulsaremos en Reparar todas las seleccionadas.
Si tras este proceso encontramos algún comportamiento anómalo en el equipo, tan solo debemos ejecutar el fichero de la copia de seguridad haciendo doble clic sobre él. De esta forma, estaremos restaurando de nuevo tanto la estructura inicial del Registro como toda la colección de valores y contenidos.
Si tras este proceso encontramos algún comportamiento anómalo en el equipo, tan solo debemos ejecutar el fichero de la copia de seguridad haciendo doble clic sobre él. De esta forma, estaremos restaurando de nuevo tanto la estructura inicial del Registro como toda la colección de valores y contenidos.
Paso 3. La ejecución programada
Aunque el uso común de CCleaner ya nos facilita las cosas de por sí, podemos configurarlo para que cada vez que pongamos en funcionamiento nuestra máquina éste realice su trabajo. Para esto, accederemos al menú Opciones y marcaremos la casilla Limpiar automáticamente al arrancar la computadora.
La consecuencia negativa es que el tiempo total de arranque se verá incrementado. Si esto no nos parece una opción aceptable podemos seleccionar en su lugar Añadir la opción ‘Ejecutar CCleaner’ al menú de contexto de la Papelera, con lo que tendremos a nuestra disposición un atajo rápido para iniciar el proceso bajo demanda.
La consecuencia negativa es que el tiempo total de arranque se verá incrementado. Si esto no nos parece una opción aceptable podemos seleccionar en su lugar Añadir la opción ‘Ejecutar CCleaner’ al menú de contexto de la Papelera, con lo que tendremos a nuestra disposición un atajo rápido para iniciar el proceso bajo demanda.
Deja tu disco como nuevo con Disk Cleaner
Paso 1. Asegura tu privacidad
Como hemos visto anteriormente, los ficheros residuales, más allá de resultar un problema de espacio, pueden llegar a convertirse en una verdadera amenaza para nuestros datos personales. Aunque no nos demos cuenta, nuestra actividad cotidiana deja una gran cantidad de rastros en la máquina. Tanto si tratamos con e-mails confidenciales, documentos importantes o accedemos a la banca on-line, por poner algunos ejemplos, deberíamos efectuar una limpieza de forma regular.
Esta es la especialidad de esta aplicación de Argente Software. Accederemos al menú Privacy Cleaner y nos encontraremos con los distintos tipos de ficheros que podemos eliminar, tanto de Windows como de las aplicaciones que habitualmente guardan información comprometida. Cuando estemos preparados pulsaremos Eliminar historiales y privacidad ahora. Tened cuidado, porque no se nos permitirá una segunda confirmación para completar el proceso.
Paso 2. Limpieza del disco
Como su nombre indica, esta es la funcionalidad principal del programa. Podemos acceder a ella pulsando en Disk Cleaner, lo que iniciará automáticamente un análisis del disco bastante intensivo, por lo que puede demorarse unos minutos. Es interesante comprobar cómo es capaz de encontrar archivos diferentes a los que detectó CCleaner. Una vez rellena la lista podemos revisar el informe de ficheros a borrar.
En el caso de que encontremos algún elemento que preferimos preservar lo seleccionaremos y haremos clic en Añadir a lista de excluidos. De esta forma no solo no lo protegeremos en esta pasada, sino también en futuras iteraciones. Tras completar la revisión solo debemos pulsar en el enlace Eliminar archivos innecesarios ahora.
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