En los últimos años las tiendas de aplicaciones han proliferado en el mundo de la informática. Desde los clásicos repositorios de GNU/Linux, que marcaron el camino, hasta las actuales tiendas que emulan su estrategia de difusión de software. Estas se han hecho accesibles a los usuarios hasta el punto de convertirse en elemento fundamental de la experiencia que tenemos con nuestros ordenadores, móviles, tablets, etc. Microsoft, que ya se había unido a la fiesta en Windows Phone, pone ahora su apuesta en nuestros escritorios con su tienda de aplicaciones para Windows 8. LaWindows Store entra así en la competencia contra un nutrido grupo de compañías. En esta comparativa trataremos de ver sus principales argumentos respecto a algunos de sus rivales.
Microsoft elige su propio camino
He aquí una primera distinción importante. Mientras Apple y Google, los dominadores en esto de las tiendas de aplicaciones, iniciaron su andadura con tiendas destinadas a smartphones y terminaron adaptándolas al mundo de los tablets, dejando en un contexto diferenciado los ordenador personales;Microsoft ha optado por una estrategia un tanto diferente, distinguiendo entre una tienda para el móvil y otra para ordenadores y tablets.
Apple tiene su App Store para iPhone e iPad y su Mac App Store para Mac OS. Google tiene Google Play para Android en móviles y tablets y, si consideramos Chrome OS su sistema operativo, la Chrome Web Store cumpliría el respectivo papel. Microsoft, en cambio, tiene Windows Phone Store para móviles y Windows Store para Windows 8, que como sabemos estará en tablets y ordenadores. Además ‘Modern UI’ sigue el mismo esquema en todos los contextos con lo que la experiencia se extiende por los tres tipos de dispositivos.
La diferencia no es trivial, pues mientras sus rivales aplican una estrategia móvil a los tablets, los de Redmond estarían dotando a los tablets Windows de una estrategia más similar a la de los PCs. Consecuencia de esta diferente estrategia son las aplicaciones que podemos esperar ver en la Windows Store. Mientras las tiendas de escritorio de Apple y Google contienen aplicaciones centradas en ser controladas por teclado y ratón, en la tienda de Microsoft deberíamos ver aplicaciones más centradas en el control táctil, sea cual sea el dispositivo desde el que las utilicemos. Además, en cualquier caso, en Windows Store siempre quedarán las ‘Desktop Apps’ para aquellos que añoremos teclado y ratón.
La batalla en el escritorio: Windows 8 llamado a ser el rey
Centrémonos en los ordenadores de sobremesa y portátiles. Windows como sistema operativo de PCs no tiene rival, así que la Windows Store tiene su principal reto en convencer a los usuarios de ordenadores de sobremesa y portátiles. En teoría el reto es similar al de Apple con su Mac App Store, pero también al de Ubuntu, que cuenta con su propia tienda: Ubuntu Software Centre. En resumidas cuentas, estamos hablando de sistemas operativos que cuentan con su propia tienda oficial de aplicaciones.
La tienda de Ubuntu, al igual que la de Mac OS, actúa como una aplicación más, sirviendo de vía para adquirir todo el software para cada sistema. Ambas tienen una estructura y diseño similar de los que la Windows Store se distancia claramente. El espíritu ‘Modern UI’ supone un cambio radical frente a sus competidores. Empezando por la portada, más limpia aunque con menos aplicaciones a mano. Eso sí, todas optan por mostrar en ella una selección de aplicaciones que su equipo editorial considera interesantes. En el caso de Windows Store, la preeminencia de estas apps destacadas hace que su elección y rotación cobren especial relevancia.
Salvando las diferencias de diseño, las páginas de categorías o los resultados de búsquedas se presentan de forma pareja en las tres tiendas. Las páginas de las aplicaciones, en cambio, incluyen alguna distinción, destacando el hecho de que Windows Store ocupe la pantalla completa, lo que permite a la aplicación centrar toda la atención del usuario. Por lo demás, en este apartado, la mayoría de las tiendas comparten estructura: grandes capturas de pantalla, con información en la columna principal y datos en un lateral, sin olvidarnos del botón para instalar o comprar la aplicación que en todas aparece claramente diferenciado.
El ejemplo smartphone: introducción a las tiendas de aplicaciones
Si algo ha entrenado a los usuarios en el uso de las tiendas de aplicaciones eso son los teléfonos móviles. Sus tiendas de apps son la principal vía de instalación de software en nuestros smartphones y por esa razón no podemos obviar sus características y las similitudes que las tiendas de escritorio comparten con ellas. En muchas casos han marcado el camino y, en esto, la Windows Store no es una excepción.
Android e iOS son los dos sistemas con tiendas oficiales más importantes y hay ciertas cosas con las que la Windows Store tendrá que compararse. En primer lugar, dada la naturaleza de Windows, parece importante saber como tratará la Store la cuestión de los diferentes dispositivos desde los que tendremos acceso. Sabemos que nuestra cuenta tendrá asociada una lista de dispositivos pero no tenemos ni idea de como manejará la compatibilidad de las aplicaciones. Google ha resuelto esto en su tienda mostrando claramente aquellos dispositivos con los que es compatible una aplicación. No sería de extrañar que Microsoft optase por una opción similar.
La seguridad es otra de las cuestiones a tener en cuenta. En este caso el parecido apunta a ir más en línea con la App Store de Apple. Microsoft realiza un control previo sobre las aplicaciones que se suben a su tienda; todas deben cumplir una serie de condiciones que incluyen seguir la línea marcada por el estilo ‘Modern UI’. Google es más laxa en sus condiciones y confía en la decisión del usuario, a cambio añade un paso extra en la instalación para mostrar los permisos que la aplicación requiere para funcionar.
Otro de los puntos claves que ha ganado relevancia con las tiendas de aplicaciones son las opiniones de los usuarios. A diferencia de otras tiendas, donde las opiniones aparecen junto a todas las imágenes y datos de la aplicación, Windows Store opta por mostrarlas en una pestaña aparte. Esto puede tener dos consecuencias: por un lado, dará mayor importancia a las opiniones dotándolas de un espacio propio, pero, por otro, también contribuirá a ocultarlas del primer vistazo con el que los usuarios nos acercamos a la aplicación.
Otras tiendas: competencia en muchos frentes
Al margen de las tiendas oficiales, ya sean para ordenadores personales, móviles o tablets, durante estos años han proliferado múltiples tiendas específicas con las que Windows Store chocará inevitablemente y entre las que podemos destacar un par de ejemplos. Es el caso de la Chrome Web Store en el caso de las aplicaciones web o de Steam en el caso de los juegos.
Aunque la Chrome Web Store no sea un gran éxito de Google, su navegador sí lo es y la tienda se ha convertido en el camino para conseguir las extensiones que ayudan a convertirlo en la aplicación definitiva. Windows 8 y el estilo ‘Modern UI’ rompen con esas reglas y con la idea de tener permanentemente abierta la ventana del navegador. Las apps de la Windows Store permiten acceder directamente al contenido y los desarrolladores pueden valerse de tecnologías web como HTML5 y Javascript para su creación. Esta por ver hasta dónde llega el cambio que introduce Windows 8 y como repercute en nuestros hábitos de navegación.
Pero si Google debe estar alerta, Valve tiene abierto un frente importante para su tienda de juegos Steam, en la cual ha empezado a ofertar también aplicaciones recientemente. No deberían sorprenderlas declaraciones de Gabe Newell, jefazo de Valve, mostrando su descontento con Windows 8. Después de todo la Windows Store pone el sistema patas arriba. Aunque inicialmente sólo veamos juegos casuales en la tienda de Microsoft, nada parece impedir que en próximas fechas veamos todo tipo de videojuegos disponibles para descargar en ella. Eso sí, para ello Microsoft deberá ganarse la confianza que desarrolladores y usuarios han mostrado con Valve y eso no se consigue en dos días.
“Developers, developers, developers, developers…”
La famosa arenga de Steve Ballmer cobra ahora más sentido que nunca. Microsoft necesita a los desarrolladores para llenar la Windows Store. Al final toda esta competencia en tiendas de aplicaciones convierten a programadores y diseñadores en las verdaderas estrellas a las que conquistar, y para eso los de Redmond tendrán que ofrecer mejores condiciones que sus rivales. Empezando por el precio de registrarse como desarrollador, fijado en 49$ para los independientes y en 99$ para las empresas, más que los 25$ de Google Play pero menos que los 99$ anuales de la App Store de Apple.
En cuanto al precio de las aplicaciones, Microsoft permite fijarlo entre 1.49 dólares (1.19 euros) y 1.000 dólares. Comparando, Google Play, si tomamos EE.UU. como referencia, tiene un rango permitido menor: entre 0.99 y 200 dólares. El porcentaje que recibe Microsoft de cada venta es similar al del resto, con un 30% del mismo. Es el mismo que, por ejemplo, Apple mantiene en sus tiendas de aplicaciones; pero, en el caso de la Windows Store, a partir de un número alto de ventas la comisión se verá reducida al 20%.
Microsoft ya ha dado un primer paso diferenciando claramente su tienda de aplicaciones por su diseño e integración con los dispositivos desde los que podremos acceder a ella. Pero para seguir en la lucha y competir con sus principales rivales va a necesitar a todos los desarrolladores que pueda convencer.
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