¿Qué tiene que cumplir una aplicación Modern UI para poder entrar en la Store?
Para que una aplicación Modern UI llegue a la Windows Store, primero tiene que pasar una serie de pruebas. Microsoft establece unos requisitos estrictos, tanto a nivel de código y APIs como a nivel de usabilidad, que impiden que cualquier aplicación que no tenga un mínimo de calidad llegue a la Store.
La certificación tiene dos fases, una automática y otra llevada a cabo por personas. En la fase de prueba automática se comprueba que la aplicación sólo llama a las APIs permitidas y que todos los campos y ficheros (capturas e iconos) enviados se adaptan a las restricciones correspondientes.
Después viene la fase de prueba más exhaustiva, la parte en la que una persona probará la aplicación. Como si fuese un usuario normal, explorará la aplicación probando todas las opciones, navegando por las distintas páginas e incluso probando a hacer cosas inesperadas para la aplicación (meter letras en un campo de texto, por ejemplo).
Con esto tratan de comprobar que la aplicación funciona, y que lo hace bien. Los requisitos más básicos consisten en que la aplicación tiene que ser funcional desde el momento en que se instale, no puede cerrarse inesperadamente por un error o crash, que no puede tardar más de 5 segundos en lanzarse ni menos de 2 en suspenderse, y que la interfaz no puede dejar de responder en ningún momento.
Además de esto, se asegurarán de que se respeta la privacidad del usuario. Esto quiere decir que deberán mostrar una declaración de privacidad si almacenan o usan información personal, y avisar cuando se vaya a compartir o enviar esta misma información (nada de “lo puedes desactivar luego”, al estilo Facebook).
El proceso de certificación también controla que los anuncios no sean invasivos y que no aparezcan en lugar de las barras de aplicación o de notificaciones, que respete los ajustes de sistema del usuario y que se pueda usar en cualquier ordenador independientemente del tamaño de pantalla o métodos de entrada.
Por último, Microsoft vigila los contenidos de la aplicación: que no haya racismo, incitación a la violencia ni similares, y que la calificación por edades sea apropiada.
En resumen: cualquier aplicación que esté disponible en el Windows Store ha pasado unas pruebas que aseguran que os vais a descargar algo que funciona bien y que hace lo que promete. Por supuesto, esto es en teoría: en Windows Phone el proceso es muy similar y mirad lo que ocurre con Whatsapp, por poner un ejemplo.
Aplicaciones de escritorio sí, pero sólo como enlaces
Además de aplicaciones Metro o Modern UI, la Windows Store también aceptará aplicaciones de escritorio. Sin embargo, no nos las podremos descargar desde ahí directamente: la Store sólo actuará como un listado de aplicaciones. Al entrar en la página de detalle de cada una, tendremos enlaces para ir a la web del fabricante y descargarla.
Para que una aplicación de escritorio pase la certificación tiene que* cumplir con los mismos requisitos de las aplicaciones Modern UI*. Además, Microsoft impone unas restricciones adicionales sobre los enlaces de descarga: tienen que ser directos (nada de dar miles de vueltas para descargar o comprar la aplicación), tener versiones para 32 y 64 bits y además incluir la misma información que se dé a Microsoft en la Store. Como última condición, sólo los desarrolladores de empresas podrán enviar aplicaciones de escritorio.
Versiones Beta y de prueba en el Windows Store
Uno de los fallos que tiene el Windows Store es que, al contrario que su primo pequeño para móviles,no ofrece betas de aplicaciones. En Windows Phone, los desarrolladores pueden enviar una versión beta, que es privada y sólo pasa por la certificación automática. Es el desarrollador quien incluye los correos de los usuarios que quieran probar la aplicación, y ellos serán los únicos que podrán descargarla y probarla.
Windows Store no tiene esta capacidad, lo cual es un fallo y una molestia para los desarrolladores, principalmente porque los usuarios normales no pueden instalar aplicaciones Modern UI sin cuenta de desarrollador. De esta forma, si alguien quiere ofrecer una versión beta de una aplicación sólo podrá contar con un grupo muy reducido de personas y no recibirá tantos comentarios o sugerencias.
Lo que sí ofrece Windows Store, y esta vez mejorado con respecto a la tienda de Windows Phone, son las versiones de prueba. Cualquier aplicación de pago puede tener un modo de prueba limitado por tiempo (siete días). Cuando ese tiempo pasa, el sistema “avisa” a la aplicación para que deje de funcionar, introduzca anuncios o limite las características según decida su creador.
Si el usuario decide comprar la versión completa, desde el momento en que pague podrá usar la aplicación sin ningún tipo de restricción. Y lo más importante: sin descargar nada adicional y sin perder ningún dato.
Los precios de las aplicaciones: desde 1,49 hasta 1000 dólares
Como es obvio, la Windows Store permite publicar aplicaciones de pago. Los precios están fijados por Microsoft, y varían desde 1,49 hasta 1000 dólares. En el rango más bajo, que probablemente será el más común, los incrementos son de 0,50 dólares. Según el precio se hace más alto, las diferencias son también mayores.
En euros, el precio más bajo son 1,19 euros. Curiosamente los precios no se incrementan de la misma forma, sino que a veces hay diferencias de 30 céntimos y a veces de 50, como veis en la captura. Las posibilidades donde elegir son bastante amplias así que cualquiera podrá poner el precio que prefiera.
De todo lo que se recaude con las ventas de la aplicación, Microsoft se lleva la cuota tradicional: un 30%. Sin embargo, cuando las ventas superen los 25.000 dólares, la comisión pasará a ser del 20%.
Compras In-App, otra forma de ganar dinero con las aplicaciones
Con Windows 8 Microsoft incluye una nueva forma de generar dinero para los desarrolladores: las compras In-App, o compras integradas en la aplicación. El concepto es muy sencillo: pagar por pequeños complementos o añadidos a la aplicación.
Por ejemplo, un juego de carreras podría aprovechar las compras In-App para que los usuarios puedan comprar coches exclusivos, o un lector de noticias podría vender temas distintos para la aplicación. La mayor ventaja es que las comrpas se realizan con la cuenta de la Windows Store, por lo que no se dan los detalles de pago al creador de la aplicación.
Para el desarrollador, las compras In-App también ofrecen ventajas importantes, principalmente que toda la gestión de pagos y productos se hace en los servidores de Microsoft. Sólo hay que comprobar los recibos de compra si se quiere transmitir esa compra a un servidor (por ejemplo, para que se descargue los datos necesarios al instalar la aplicación en otro PC).
Notificaciones push, Live Connect y redes de anuncios
Microsoft ofrece algunos servicios asociados al Windows Store para los desarrolladores. Son herramientas que amplían las características de las aplicaciones o facilitan ciertas tareas, siempre y cuando tengan su aplicación publicada en la Store.
Lo primero son las notificaciones push. Para que una aplicación reciba estas notificaciones instantáneas, tiene que usar WNS (Windows Notification Service). WNS actúa como un servidor intermediario entre el ordenador y el servidor del desarrollador que envía las notificaciones. Es importante remarcar que no hay otra forma de enviar notificaciones push a aplicaciones en Windows 8.
Microsoft también ofrece el servicio Live Connect. Como sabréis, con Windows 8 se puede crear una cuenta de usuario vinculada a una cuenta Live. Live Connect permite a la aplicación acceder a esa cuenta Live (siempre y cuando demos permiso explícito) y por lo tanto a SkyDrive, Calendario, Contactos y Messenger de una forma muy sencilla y, además, muy segura para el usuario.
Este servicio también se puede usar para identificar al usuario en un servidor externo. Por ejemplo, supongamos que os bajáis un juego de estrategia online en el que combatís contra otros jugadores en un navegador o en un móvil. Pues bien, en lugar de tener que crearnos una cuenta nueva, simplemente usamos nuestra cuenta Live para identificarnos sin mayor problema. Es un procedimiento similar al de “Entrar con Facebook/Twitter” que hay en muchísimas webs.
Por último, Microsoft también tiene una red de anuncios para las aplicaciones. A través de un SDKgratuito, cualquier desarrollador puede incluir publicidad en su aplicación y ganar un dinero extra directamente en su cuenta de Windows Store, y ahorrándose todo el embrollo de buscar anunciantes o agencias que gestionen la publicidad.
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